...Los últimos días de mi extraña experiencia californiana se suceden de la siguiente manera:
- fijo la hora de mi despertador a las 8:30 am. Lo intento pero no consigo salir de la cama hasta 15 o 20 minutos más tarde. Me quedo jugando un poco con mis sueños mientras recorro las zonas frías de mi almohada.
- Voy a mi lab-antro-zulo de hormigón sin ventanas. Definitivamente, no me gusta. No es cuestión de adaptarse o no. Es que los sitios sin ventanas son para estar unos minutos y pirarse, como los retretes de los bares, joder.
A veces, al llegar, alguien me recibe con un "hi marta", pero no suele ser frecuente.
Pongo en marcha todos los programitas de mi portátil que necesito para currar, y hago un recorrido por los programas de Radio Tres. Con suerte puedo empezar mi día con La Ciudad Invisible (estoy a 9 horas de desfase horario), y luego voy pillando lo que pueda de los programas que le suceden (los conciertos de radio3, Sateli 3, Tresfusión, Cuando los Elefantes sueñan con la Música, y Flor de Pasión).
A veces no puedo con los Elefantes soñadores porque me llevan a un estado onírico danzante que me descoloca. Y opto por irme a la sección "Descargas de Radio3". Le cogí el gustillo a Mundo Babel y, aunque ahora estoy un poco empachada con la omnipresencia del presentador, Juan Pablo Silvestre, reconozco que me parece un programa excelente: siempre tiene invitados interesantes que parecen guardar con el presentador un secreto que te desvelarán en cualquier momento del programa, y eso me mantiene enganchada. La complicidad en la radio engancha a los oyentes, verdad?
Está claro que en vivo y en directo uno escucha la radio mientras hace otra cosa. Yo en España hacía 5 cosas y además escuchaba la radio y me molaba. Y ahora he pasado a hacer 1 cosa y media, y me meriendo el programa entero de Mundo Babel durante 2 horas. Todo un reto. Mira que el tipo se quiere, el jodío... Pero estoy aprendiendo muchas cosas en esas dos horas, sobre todo cuando se calla el Silvestre... Por ejemplo, me he apuntado ya dos libros:
NANGA de Willy Uribe (que debe estar viajando desde algún punto de la península ibérica hasta otro para por fin salir hacia California)
EL OCASO DE LOS SUPERHÉROES de Deborah Eisenberg (éste lo tenemos en la biblioteca y además está en inglés original)
Acabo de terminar EXPIACIÓN de Ian McEwan y lo he disfrutado como hacía tiempo que no me pasaba. Lo último que leí fue OCÉANO MAR de A. Baricco, y SOLARIS de S. Lem. Como historias, argumentos interesantes, personajes curiosos, juegos psicológicos, etc, están bien. Pero como literatura para disfrutarla, EXPIACIÓN me ha gustado mucho más.
Todo esto era una introducción para colgar un texto de Alberto Ruy Sánchez, pero me caigo de sueño... bbbaaaafffff.................
sábado, 31 de mayo de 2008
jueves, 29 de mayo de 2008
al estómago
... Sentía cerca la provocación del olvido y de la separación de una vez por todas, de romper ya cualquier forma de comunicación, de entender que una vez que tomara ese avión, cualquier esfuerzo por enmendar todas esas noches de nostalgia y añoranza quedarían casi definitivamente empaquetadas en un lugar similar al que ocupan los objetos que había ido acumulando a lo largo de todos estos años, y que ahora descansan en alguna estantería sin recibir atención de nadie porque su dueña, quien podría darles sentido, estaba lejos.
Sabía que un salto como aquel pondría fin a tanta fantasía.
Sin embargo, tras presenciar algunas de las escenas que la realidad la brindaba en forma de puñetazo reduce-almas, y de medir su impotencia en un paraje ajeno pero no por ello menos real, optó por seguir acurrucándose en sus sueños y en los mejores recuerdos que guardaba de El Otro. Una vez se hubo comprado el billete de avión que determinaría su partida en apenas diez días, no pudo verlo más claro, y se lanzó a la aventura. En pocas horas recorrió varios cientos de kilómetros. Al llegar a la costa, lo esperó con las rodillas temblando y la boca seca. Sabía que se estaban despertando las mariposas en sus tripas. Pasaron 3 días y 3 noches completamente juntos. Ni siquiera pudieron dormir. No sabían como colocar tantas ganas en tan poco tiempo. Cambió una realidad sembrada de rutinas innecesarias pero inevitables por tres días de conversación inagotable, donde ningún historial de desencuentros ni resentimientos se cruzó para arruinar los minutos. Todas esas horas sintió el verdadero peso de su cuerpo sobre el suelo. Se podía oir hasta la tierra abrirse bajo sus pies, y pudo cerrar, aunque sólo fuera temporalmente, aquel teatro de obras obsoletas y de proyectos inalcanzables. Y luego se fue. Pero se llevó el teatro consigo. Ahora se entretiene intercambiando personajes. Le pone al lobo un collar y se lo lleva de paseo. Lo alimenta sin darse cuenta de que cualquier día el lobo se levantará con más hambre de lo normal y se la merendará. Y entonces sí que se habrá acabado la función hasta nuevo aviso...
Sabía que un salto como aquel pondría fin a tanta fantasía.
Sin embargo, tras presenciar algunas de las escenas que la realidad la brindaba en forma de puñetazo reduce-almas, y de medir su impotencia en un paraje ajeno pero no por ello menos real, optó por seguir acurrucándose en sus sueños y en los mejores recuerdos que guardaba de El Otro. Una vez se hubo comprado el billete de avión que determinaría su partida en apenas diez días, no pudo verlo más claro, y se lanzó a la aventura. En pocas horas recorrió varios cientos de kilómetros. Al llegar a la costa, lo esperó con las rodillas temblando y la boca seca. Sabía que se estaban despertando las mariposas en sus tripas. Pasaron 3 días y 3 noches completamente juntos. Ni siquiera pudieron dormir. No sabían como colocar tantas ganas en tan poco tiempo. Cambió una realidad sembrada de rutinas innecesarias pero inevitables por tres días de conversación inagotable, donde ningún historial de desencuentros ni resentimientos se cruzó para arruinar los minutos. Todas esas horas sintió el verdadero peso de su cuerpo sobre el suelo. Se podía oir hasta la tierra abrirse bajo sus pies, y pudo cerrar, aunque sólo fuera temporalmente, aquel teatro de obras obsoletas y de proyectos inalcanzables. Y luego se fue. Pero se llevó el teatro consigo. Ahora se entretiene intercambiando personajes. Le pone al lobo un collar y se lo lleva de paseo. Lo alimenta sin darse cuenta de que cualquier día el lobo se levantará con más hambre de lo normal y se la merendará. Y entonces sí que se habrá acabado la función hasta nuevo aviso...
miércoles, 28 de mayo de 2008
x la radio
.......No hay un país donde la contradicción entre tecnología y tradición destaque con la fuerza con la que sucede en Japón. En Japón, hay un fenómeno casi exclusivo aunque por su cualidad viral es posible que se contagie a otras parted del mundo: el fenómeno de los jóvenes invisibles, los HIKIKOMORI. Los apartados. Casi un 10 % de los adolescentes japoneses sufre el síndrome de aislamiento tecnológico e hipercomunicación, al mismo tiempo. Estos jóvenes se encierran en sus cuartos y no se comunican con padres ni amigos. Sólo mediante sus computadoras o con la consola de videojuegos. “Cerca” es el nuevo “lejos”, y el miedo al otro, la incertidumbre del cara a cara, se convierte en su política interna. Nos obliga a repensar la agorafobia. Y nos obliga a repensar la distancia entre lo que es el espacio público y el espacio privado. Los adolescentes han perdido la capacidad de hablar cara a cara. Ya no pasan tanto tiempo hablando con amigos, con padres, compañeros. El entretenimiento y la diversión instantáneas reemplazan la clase de experiencia humana a la que estamos acostumbrados. Pongamos la siguiente metáfora medieval para entender todo esto, la “teoría angelical”: en la Edad Media, los ángeles buenos son invisibles. Cuidan de ti desde tu espalda. Los ángeles malos cobran carta de presencia, se hacen evidentes, te cambian las cosas de sitio, te fastidian. Entonces lo mismo pasa con las tecnologías. Cuando lo que brilla es la tecnología en sí misma, la gente se hace transparente y desaparece. Cuando la tecnología es buena, comunica a personas y ella misma desaparece y se hace transparente. Cuanto mayor es la presencia de la tecnología, y cuando tecnología se convierte en fin y no en medio, entonces es cuando tenemos un grave problema..... Javier Bustamente –asia digital
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